dijous, 28 d’abril del 2016

El miedo de alejarse de las personas queridas

Encontramos, a menudo, una forma de miedo que se basa en las relaciones afectivas, esto es: miedo intenso a ser abandonados por la pareja o terror a perder a las personas queridas como consecuencia de accidentes o enfermedades. La idea insoportable de ser privados de las fuentes principales de afecto tiene atadas, a quien tiene este miedo, a las personas queridas, a menudo de una manera angustiosa. Al tratarse de la relación padres - hijos, esto se manifiesta en exceso de atenciones protectoras que le hacen ver el mundo y la gente de fuera de la familia como realmente peligrosos.

Como ejemplo podemos citar la moda tan frecuente de dar al niño que va al colegio un teléfono móvil para que pueda llamar, en caso de necesidad, a los padres ante cualquier dificultad. Esto, como se puede intuir, lleva al hijo a pedir ayuda para problemas que, en cambio, tendría que afrontar de forma autónoma para adquirir confianza en sus propios recursos.

El resultado será que el niño desarrollará una dependencia patógena de los padres y una incapacidad para enfrentar obstáculos de la vida que son útiles para hacerlo crecer psicológicamente sano.

Esta reseña invita a la reflexión del papel que las relaciones tienen tanto en los problemas infantiles como en los adultos, cuestionando la idea de que los problemas están "dentro de" la persona.

(Fragmentos extraídos de: "No hay noche que no vea el día". Giorgio Nardone, 2004)

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